En el caso de la ducha y los baños, el atasco puede estar formado por la acumulación de pelos o cabellos. Estos tapones pueden resolverse con una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre. Simplemente vierte medio vaso de bicarbonato de sodio por el desagüe y a continuación empieza a verter lentamente el vinagre.
La reacción química de estos dos productos produce una gran cantidad de burbujas que pueden hacer ascender por la tubería los cabellos acumulados, pudiendo sacarlos y desechándolos. Si hace falta, podemos ayudarnos de unas pinzas o tenazas de largo alcance. No te preocupes por los resultados de la reacción química, el dióxido de carbono y el agua son elementos inocuos para la tierra. Nunca verter toallitas por el wáter.
Además de estos remedios caseros, en todo hogar debemos contar con la clásica herramienta para desatascar tuberías, el desatascador o “chupón” como se le conoce en algunas regiones. Este sistema requiere algo de maña y fuerza manual. Su utilización es muy sencilla, con la goma del desatascador rodeamos la boca del desagüe atascado y apretamos hacia arriba y hacia abajo. El acordeón de la goma hará un vacío de manera que con este movimiento podemos “aspirar” los objetos que estuvieran provocando el atasco.